Qué pasa, mastodonte.

Ayer te conté cómo descubrí el mundo del joseo online. Hoy te cuento mis primeros pasos en él.

Cuando investigaba sobre cómo ganar dinero por internet, encontré algunos foros y comunidades que estaban 100% dedicadas a ello.

Por supuesto, allí fui. De cabeza.

Entré, me presenté y dije la verdad: “Hola, no entiendo nada de este mundo, ¿por dónde puedo empezar a ganar dinero?”.

Si le preguntas eso a un emprendedor, lo que te va a contestar es “primero, conócete a ti mismo. Después, aprende. Luego, aporta mucho valor. El dinero vendrá solo”.

Pero, por suerte, aquellos no eran grupos de emprendedores, sino de joseadores. Así que lo que me contestaron fue algo como: “¿Qué me puedes vender que me interese? ¿Sabes escribir, programar, diseñar? Ah, y monta webs con el dinero que ganes”.

Al grano y sin mierdas. Ese es el estilo del joseo.

Y a mí, que siempre se me dio bien escribir, pues me pareció de puta madre.

Dije que ofrecía mis servicios escribiendo, que no tenía ni puta idea pero que aprendía rápido y que escribía bien.

Al día siguiente ya tenía un par de curros.

Entregué los curros. Gustaron. Opinaron bien de mí. Llegaron nuevos clientes. Y así fue creciendo la bola de nieve.

La gente estaba encantada. Por supuesto, yo era una ganga. Escribía de puta madre, rápido y aprendía lo que fuera necesario al momento. Y todo por 0.8$/100 palabras.

Sí, una miseria, pero yo sólo quería empezar a ganar dinero por internet. Ya habría tiempo de subir precios.

Y, de hecho, no tardé mucho en hacerlo. Al cabo de un par de meses subí a 1$. Al cabo de otro par de meses subí a 1€. Al cabo de un año subí a 1.5€. Al cabo de un par de años subí a 2€. Y así.

Al tiempo que aumentaban las buenas críticas y me iba haciendo conocido como redactor, yo iba subiendo los precios.

Teniendo en cuenta que escribía unas 2000 palabras por hora, pues ganar 20, 30 o 40€ la hora estaba bastante bien. Y más teniendo 23-26 años.

Creo que desde que empecé en este mundillo del joseo nunca he trabajado más de 4 horas al día de media escribiendo. Y así llevo casi 10 años, porque nunca he dejado de escribir (salvo un periodo de un año o así). Que dure la filfa.

Por supuesto, mientras tanto, yo seguía aprendiendo, estudiando sobre joseo en internet y sobre inversiones. Iba experimentando. Montaba webs que incluso llegaban a dar algún dinero… En fin, lo normal.

Pero, de momento, el tema de las webs no me iba muy bien. No ganaba mucho dinero con ellas. Así que mis ingresos venían de escribir.

Tampoco estaba ganando un pastizal, porque no tenía un montón de clientes. Era un dinerillo que iba ganando mientras vivía con mis padres.

Hasta que la cartera de clientes creció y me hice autónomo. Creo que fue cuando estaba ganando unos 1000€ o así.

Y, al hacerlo, la cartera de clientes creció aun más, porque en ese momento pude empezar a currar no sólo con otros joseadores, sino con emprendedores y agencias.

Los emprendedores y las agencias se rifan a los joseadores, porque alguien tiene que hacer el trabajo que se ve en sus power points.

Total, que mi cartera de clientes se disparó.

Y se disparó tanto que tuve que empezar a trabajar con más gente. Se disparó tanto que hasta una empresa que cotiza en el NASDAQ vino a pedir mis servicios.

Pero eso te lo cuento mañana.

A las 21:00.

Espera mi email.

Llevará un clavel en el ojal.

Una semana mejor

Mis primeros joseos online